Érase una vez un ser humano a un smartphone pegado. Esa podría ser la frase que perfectamente define a muchos de nosotros. Y es que, el tener nuestro teléfono siempre cerca, o no despegarlo de la mano durante todo el día se ha convertido en un gesto tremendamente cotidiano.
Seguro que no son pocas las veces que has escuchado aquello de “no puedo vivir sin mi móvil”, y es que, según un reciente estudio de Certideal, se estima que pasamos mirando nuestro móvil unas 61 horas a la semana.
Es indiscutible que estamos en la era digital, y todo gira alrededor de la tecnología, incluso nosotros. Se estima que desde 2015, le dedicamos más tiempo a ver redes sociales que a la televisión.
Y es que, dedicarle un tiempo diario a ojear Instagram, Twitter, Pinterest y demás redes sociales ha pasado de ser un hobbie a convertirse en una peligrosa rutina que cada vez acapara más horas de nuestro tiempo.
Sin embargo, cada vez son más quienes se conciencian de que este tipo de hábitos no son saludables y que tal vez sea el momento de poner el freno y tomarse un respiro.
Si te has sentido identificado en estas palabras y crees que es un buen momento para poner en práctica un detox digital, sigue leyendo.
A continuación, te explico algunas pautas e ideas para hacer un detox digital de forma efectiva y producente, asi que toma nota.
No utilices tu movil como si fuese un despertador
Cada vez somos más los que utilizamos nuestro smartphone como despertador, ya que es más cómodo y práctico (no tenemos que ir a la tienda a comprar un producto específico, como es el despertador, no tenemos que cambiar las pilas, y podemos personalizar más nuestra alarma).
Sin embargo, utilizar nuestro smartphone como si fuese el despertador de toda la vida quizás no sea tan buena idea como pueda parecer, ya que esto trae consigo también hábitos negativos.
Si utilizamos el móvil como despertador corremos el riesgo de caer en la tentación de mirar whatsapp y cotillear diferentes sitios web justo antes de dormir y también justo al levantarte, por lo que no es lo más recomendable si quieres practicar un detox digital.
Mi recomendación: no tienes porque comprar un aparato específico como es un despertador para despertarte por la mañana, sin embargo, lo que puedes hacer es dejar tu móvil lejos de la mesilla de noche, en un lugar donde no puedas caer en la tentación de utilizarlo ni al acostarte ni al levantarte.
Además, así tendrás que levantarte si o si para ir a apagar la alarma y no te dará la tentación de apagar o posponer la alarma y seguir durmiendo.
No saques el movil cuando quedes con gente
Es una costumbre fea, pero todos lo hemos hecho alguna vez. Y es que, eso de sacar el móvil en la mesa para ver si tenemos algún whatsapp sin leer o algún correo urgente sin contestar, aunque es un gesto común, es también la prueba viviente de lo pendiente que estas de tu móvil.
Sin embargo, ¿cuántas de esas veces, en las que estando con alguna amiga, familiar o con tu pareja, has sacado el móvil y has visto un correo, un whatsapp u otra notificación que de lo urgente que era no podía esperar un rato sin leer o contestar? Seguro que pocas o ninguna.
Si quieres tomarte en serio la desintoxicación de tu smartphone y todo lo que ello conlleva (desengancharte también, aunque sea un poco de whatsapp, redes sociales y demás) trata de sacar lo menos posible tu teléfono del bolso cuando estés en una situación de estas.
Si este cambio te parece demasiado drástico ya que crees que no sabes tomar un café sin tener encima su smartphone, trata de sacarlo solo una única vez. Empieza por ahí.
Recuerda que en este caso no lo haces sólo por ti, ya que la persona que está compartiendo su tiempo contigo te agradecerá enormemente que le prestes toda tu atención y que dejes tu smartphone en el bolso.
Esta es una práctica muy saludable que cada vez utiliza más gente, ya que incluso en reuniones familiares y de amigos cada vez es más común dejar los móviles de todos los asistentes guardados en una bandeja o cajón hasta que termina la reunión.
Limita las horas de uso de tu móvil
No hay nada de malo en utilizar whatsapp, redes sociales y demás contenido que nos pone al alcance de nuestra mano un internet y smartphone, sin embargo, el peligro nace cuando decimos (y pensamos) aquello de “no puedo vivir sin mi móvil”.
Y es que, nuestro smartphone se ha convertido en un all in one: mapas, música, GPS, whatsapp… basta con un click para saber si hay algún atajo a tu destino, que tiempo va a hacer en unas horas o cuales son las últimas noticias del día.
Sin duda, hoy en día un smartphone es casi como tener a tu servicio al genio de Aladdín, sin embargo, todas esas facilidades que da nuestro teléfono crean una fuerte dependencia.
Lo ideal es pasar unas horas sin móvil a lo largo del día, por ejemplo, trata de ir a dar un paseo o al gimnasio con el iPod o reproductor de música, pero dejando el móvil en casa o pasea al perro sin estar con tu smartphone en la mano.
Tu cerebro se despejará y, además prestarás más atención a otros detalles como al paisaje o al ambiente de tu ciudad o pueblo, o incluso dejaras la mente en blanco, algo tan necesario como reconfortante.
También debes administrar el tiempo que dedicas a tus redes sociales y apps, por ejemplo, si eres adicto a Instagram establece unas pautas, puedes hacerlo en tiempo, en veces o en ambos, por ejemplo, mirar el insta dos veces al día, 10 minutos cada vez.
Establece horarios sin tecnología
Este punto va de la mano de lo dicho el párrafo anterior.
Es importante establecer horarios restrictivos, por ejemplo, no mirar el móvil por la mañana hasta después de salir por la puerta de casa, camino a la oficina, o después de cenar miro el móvil por última vez en el día y desactivo notificaciones.
Con estos tips conseguiremos ser un poco menos esclavos de nuestro smartphone y frenar un poco la dependencia que por ellos sentimos. Además, es importante no tener cerca el móvil para evitar caer en la tentación. Por ejemplo, si decides no mirar más el móvil desde la hora de cenar hasta el día siguiente, prueba a guardarlo en un cajón o armario.
Además, es importante y recomendable dedicar un número determinado de horas a la semana a hacer alguna actividad que te guste o que hayas dejado en el olvido, como por ejemplo hacer puzles, leer un libro o customizar tu ropa. Lo que te guste y lo que te apetezca, pero actividades en las que no se vea implicado tu smartphone.
No es necesario sacarle fotos a todo
Con las maravillosas cámaras que traen hoy en día nuestros smartphones y con la cantidad de filtros increíbles que hay nuestro alcance, es muy fácil caer en la tentación de sacarte tropecientos selfies al día, inmortalizar tu desayuno, merienda y cena, o retratar todas y cada una de las diferentes muecas que haga tu gato a lo largo del día. Sin embargo, ¿esto es necesario?
Un truco para acotar el frenesí de sacar selfies y fotos de forma casi compulsiva, es pautar el número de fotos diarias, como si de un bono se tratase, por ejemplo, para los más viciados a usar la cámara de su teléfono, si eres de los que sacan más de 15 o 20 fotos al día, trata de reducir esa cifra a la mitad. Así, además, recuperaras la esencia de fotografiar solo aquello que realmente merece ser fotografiado.
Además, seguro que la memoria de tu teléfono te agradece este gesto.
Despegate del móvil en vacaciones o escapadas
Cuando visitas un lugar nuevo, bien sea con tu pareja o amigos, queremos inmortalizar todos y cada uno de los rincones que visitamos.
Además, no solo eso, sino que queremos contarles a nuestras amistades lo mucho que mola el sitio, avisar a familiares y amigos de que hemos llegado bien, y, por si fuera poco, al no conocer las rutas y calles de nuestro destino necesitamos el GPS de nuestro móvil.
Sin embargo, andar con el móvil todo el rato nos impide desconectar, que precisamente es uno de los fines por los que vamos de vacaciones.
Lo ideal es llevar un GPS y una cámara de fotos, y tener el móvil en modo avión la mayor parte del tiempo. Sólo de esta forma conseguirás disfrutar plenamente de tu viaje y desconectar.
